Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

jueves, 23 de mayo de 2013

(192) Se fue George Moustaki, el “métèque”. Queda Amor. Por eso, no me llamen extranjero
Se n’è andato George Moustaki, il “métèque”. Resta Amor. Per questo, non mi chiamino “straniero”


Siempre le he tenido cierto recelo a los “ismos”, aunque no a todos. Pero siempre me he mantenido a una debida – y también prudencial, perpleja y desconfiada –  distancia de sus excesos. Por ejemplo, de los nacionalismos, sobre todo cuando se expresan con sus más duros acentos y sacan uñas afiladas, cuando no se trata ya de beligerancia en todo el abanico de sus posibilidades. En esos contextos, siempre se me ha visto alejarme.

Bromeando, a menudo se me ha escuchado decir que pegaría unos cuantos tiros para defender la gastronomía, pero nunca para para plantar una bandera en un metro cuadrado más de tierra. Y dicho esto, no niego que uno ha nacido donde ha nacido, que luego ha vivido donde ha vivido y que en algunos lugares, que se les llame patria o tierras de procedencia, residen recuerdos, vivencias, personas, imágenes, rincones, sabores, olores... Los recuerdos de lo vivido.

Pero también me adapto con cierta facilidad. ¡Cuántas veces he dicho que podría ser negro en Tombouctou y hasta pingüino en la Antártida! Y soy un viajero a mi manera, nunca un turista. Me gusta alejarme de los flujos de masas y meterme en medio de la gente del lugar que visito para empaparme de su cultura y comprender a quien tengo delante. Bien lo saben mis amigos nómadas del desierto, gentes con las que comparto el té, jobs y mâ, como uno de ellos entre ellos.

¿A qué viene esto?

A una sucesión de imágenes, un rápido y frenético flash-back que ha pasado ante mis ojos, esta mañana, cuando he conocido la muerte del compositor y cantante egipcio-griego-francés Georges Moustaki. Desde décadas, en mi selecta y atropellada “compilation” (lo siento, yo lo digo así) que me acompaña en viajes o que escucho trabajando, llevo fija esa magnífica pieza de Moustaki que es ”Le métèque”.  Acabo de reescucharla un par de veces y en ella hay de todo. Pero lo que me gusta, además de su música, es esa desenfadada y al mismo tiempo poética y aparentemente melancólica autoironía, en un retrato en el que el egipcio-griego trasplantado en París juega con su “extranjería”.

Escúchenla atentamente y verán como “ser de fuera” se desdramatiza y hasta llega a ser una sutil arma cautivadora.

 
En ese atropellado flash-back, esta mañana, afloraron también imágenes de hace décadas, en Madrid. Para que nos entendamos, eran los momentos entre la muerte del “tío Paco” y los prolegómenos de la que poco más tarde se hubiese llamado “Transición”. Y entre mis frecuentaciones habituales había un lugar, frente al parque del Retiro, que era ese reducto de música y “conspiración” llamado “La Peña Tres”. Allí conocí, sentado con su inmensa humanidad hasta hacer desaparecer el minúsculo taburete, a ese poeta argentino que es Rafael Amor.
Rafael cantaba y canta poesía popular. En un ambiente casi familiar y con mucha complicidad con un público prendado por sus cuentos, retratos, fotografías canoras que tenían como “leit motiv” la libertad. A lo mejor yo no comulgaba con toda su filosofía, pero la esencia de lo que cantaba Amor creo que no podemos no compartirla. Y en esos momentos, cuando en España tocar ciertos temas era por lo menos atrevido, para un corresponsal como yo y algunos colegas “La Peña Tres” era una bocanada de aire.
A lo que iba: ser o no ser “extranjero”. De Rafael Amor podría citar muchas piezas y en casi todas hay grito, poesía, dulzura, añoranza. Pero hoy, cuando se va el Moustaki de “Le métèque” (extranjero sin derechos) me encanta reescuchar y os propongo “No me llames extranjero”.  Pues eso.
 
 
 

viernes, 17 de mayo de 2013

(191) Twitter. Pseudosondeo entre filias, fobias, paz y trincheras
Twitter. Pseudosondaggio tra filie e fobie, pace e trincee


  
Lo que sigue tiene el valor que tiene, el de una simple constatación empírica. No es un sondeo ni una prospección y tampoco tiene la pretensión de ser una fotografía científica de las actitudes de la sociedad española.

Sólo se trata de la observación, a lo largo de treinta días, de las reacciones que han producido algunos de mis tweets en la Time Line que me corresponde en ese barrio de las redes sociales que es Twitter. Y algo indican esas reacciones con sus inmediatos follow/unfollow. Hablan de filias y fobias, de desdén y consenso, de irritación y sosiego.

Lo que me indican – repito, sin darles valor de prueba sociodemoscópica – es que la trincheras son como las meigas. Se niega su existencia, pero haberlas haylas. Y tienen reacciones inmediatas, automáticas. En el corto tiempo que se necesita para hacer un compulsivo “clic” para que quede claro quienes somos tirios y quienes troyanos.

Seguiremos observando confucianamente. Aquí va la primera observación, ordenada desordenadamente.

 
 
 

Largar aforismos genéricos, ocurrentes o divertidos
0 unfollw
4 follow

 
Largar citas y aforismos ambiguos, que consientan interpretar que la crítica es hacia “los demás”
1 unfollow
6 follow
 

Crítica al regusto generalizado por el insulto y/o el lenguaje soez
8 unfollow
2 follow
 

Defensa del respeto a los valores ajenos, como la fe
6 unfollow y algunos insultos
3 follow
 

Comentar datos de la @policia sobre detenciones por falsas denuncias de robo de móviles
5 unfollow
0 follow
 

Retweet de mensajes contra las drogas y sus estragos
4 unfollow
1 follow
 

Perplejidad o crítica ante acentos de nacionalismo “pasados de rosca”
11 unfollow
5 follow

 
Apuntar rasgos idiosincrásicos de esta sociedad
4 unfollow
0 follow

 
Citar que unas madres han tuiteado: “Mi hija: mejor p... que sencilla”
5 unfollow
1 follow
 

Tuitear una frase de autor relevante, demasiado culta y de no fácil comprensión
3 unfollow
1 follow

 
Después de este tweet: “Propuesta para el DRAE - coherencia. 5. f. Actitud de quienes se declaran ateos en el perfil de Twitter y preparan la Comunión de los hijos
2 unfollow
1 follow
 

Críticar la discriminación de grupos con minusvalías en locales públicos
0 unfollow
4 follow
 

Rebotar la noticia de un internauta juzgado por sus excesos verbales (calumnia, apología...)
3 unfollow
0 follow

 
 
 
* Las reacciones a tweets sobre la estricta actualidad, sobre todo en ámbito político o económico, producen reacciones tan rápidas y contradictorias que sería difícil representarlas.  
 


lunes, 6 de mayo de 2013

(190) Ángel o demonio, sin duda un gran actor del Novecientos. Se fue Giulio Andreotti, gran amigo de España
Angelo o demonio, indubbiamente un grande attore del Novecento. Se n’è andato Giulio Andreotti, grande amico della Spagna



6 mayo 2013 - La RAI anuncia la muerte de Giulio Andreotti
6 mayo 2013 - La RAI anuncia la muerte de Giulio Andreotti
«Imposible entender la Italia moderna sin Giulio Andreotti, con sus luces y sombras. Lo fue todo y fue crucial en muchos momentos». Es lo primero que escribí en Twitter, esta mañana, cuando se conoció la muerte del hombre que fue siete veces presidente del consejo de ministros (es la correcta denominación italiana, que no tiene “presidente del gobierno”) y que, además de ser veinticuatro veces titular de casi todos los ministerios, entre los muchos cargos y encargos, había sido el político más joven que participó en la redacción de la Constitución italiana. Y fue sin duda uno de los principales protagonistas de la vida política italiana, y no sólo italiana, del Novecientos.
Andreotti falleció esta mañana en su casa romana. Eran las 12:25. 94 años después de su nacimiento, el 14 de enero de 1919. Noventa y cuatro años de vida para un político tan longevo que en la escena pública, de momento, ha superado hasta a la “veterana” reina Isabel II de Inglaterra.
No voy, aquí y ahora, a trazar un enésimo perfil de un personaje complejo y complicado, visto como ángel y demonio, titular de cientos de apodos desde los más elogiosos a los más insultantes. Nadie que haya compartido momentos, años, décadas, con Andreotti en el primer plano de la escena pública, ha podido ser indiferente a una personalidad y actividad tan densas y abiertas a valoraciones contradictorias. Pero muy pocos podrán negar que desde la postguerra hasta hace poco sería imposible imaginar la evolución sociopolítica y económica de Italia sin contar con el estadista que acaba de cerrar su ciclo vital.
Como otros colegas, he encontrado en muchas ocasiones a Giulio Andreotti. Como periodista lo he seguido, he viajado con él, con ese hombre culto, socarrón, imperturbable y sin embargo dispuesto a la ironía y al sarcasmo, he conversado tanto en momentos “oficiales” como en paseos o ratos de descanso. Lo he visto hábil, duro, flexible, pero siempre abierto a la negociación porque la política él la concebía como a menudo se la define: arte de la mediación, de lo posible aun cuando todo parece imposible.
Giulio Andreotti fue un gran amigo de España. El desaparecido Leopoldo Calvo Sotelo y el aún en la brecha Felipe González, como muchos más actores de la escena pública española, podrían disertar largo y tendido sobre esos años en los que, Francia en cabeza, algunos en Europa querían mantener la “anomalía” española, casi perpetuar esa maldición que se atribuye a Alphonse Daudet: «África acaba en los Pirineos». Se aducían problemas políticos y económicos (la dichosa agricultura) para impedir, o por lo menos para dar largas a la adhesión de España a la entonces Comunidad Europea. Fueron muchos años de durísimas negociaciones en las que muchos fuimos “cómplices” de España. Los políticos españoles, claro, muchos amigos europeos, sobre todo en Italia y Alemania, y - no para echarnos incienso - también una task force de corresponsales que acompañamos la Transición “vendiendo” allende los Pirineos una imagen de España que a menudo “forzábamos” para que tuviese menos obstáculos. Permítanme que aproveche para recordar por lo menos a tres de esos compañeros “cómplices” en ese periodo en el que yo era presidente de los corresponsales: Walter Haubrich, del Frankfurter Allgemeine Zeitung; Thierry Maliniak, de Le Monde; Manuel Lopes, de la agencia Lusa.
  En cabeza de los políticos italianos, Giulio Andreotti peleó mucho por España, como lo hizo otro
Il Messaggero, 4 enero 1986 - "Ahora Europa es más latina"
Il Messaggero, 4 enero 1986 (ver nota ***)
gran amigo de este país, el desaparecido Lorenzo Natali. Y España reconoció a Andreotti ese constante acompañamiento. El momento cumbre me vio testigo privilegiado, en la Universidad de Salamanca, cuando, como escribí entonces, tuve el privilegio de ver y narrar - ¡scoop! – a un Giulio Andreotti emocionado, con los ojos húmedos, mientras charlábamos – sólo nosotros dos – y él se desvestía del ropaje académico en la antesala del aula magna del ateneo salmantino. Minutos antes se le había concedido el “honoris causa” como agradecimiento al apoyo y al empecinamiento para que España fuese, como fue, miembro de pleno derecho de la Comunidad Europea.
Una amistad con España muy sólida y sincera y que, sin embargo, no impedía a Andreotti lanzar alguna que otra puya como aquella, ya conocida aunque en origen no era de él, y que me citó cuando una tarde caminábamos por el granadino Carmen de los Mártires, frente al Generalife: «Los españoles son simpáticos, muy buena gente. Lástima que muchos estén cortados con hacha, que les falte finura». Así hablaba, con franqueza y esa media sonrisa a veces enigmática de alguien que si algo decía, casi siempre había una segunda intención, por lo menos la de enviar un mensaje.


La Gaceta de Salamanca, 7 mayo 2013 - Esquela publicada por el Rector de la Universidad
La Gaceta de Salamanca, 7 mayo 2013
Esquela publicada por el Rector de la Universidad
Aquí me quedo. En estas mismas horas aparecen o se están escribiendo cientos, miles de artículos, en los medios de muchos lugares del mundo, sobre el hombre que lo fue casi todo y algo más en un largo tramo de la historia contemporánea de Italia. Un político que, más allá de sus luces y sombras, de elogios y vituperios, nunca dejó a nadie indiferente.
La Historia, con el sosiego del tiempo, lo colocará en su sitio.
Descanse en paz.
 
 

*** La ocasión era histórica y nunca dos diarios se habían publicado, recíprocamente, cada uno en la lengua del otro. Me surgió esa idea y, durante una fiesta en la sala de rotativas de Miguel Yuste, se la propuse a Jesús de Polanco y a Juan Luis Cebrián. Naturalmente, también a mi dirección y editor. En principio hubo entusiasmo, luego descubrimos dificultades de todo tipo. Tardamos meses en hacer “cuajar” la cosa, les aseguro que no fue sencillo.
Al final se consiguió. El 4 de enero de 1986, horas después de que España entrara solemnemente en Europa, en los quioscos españoles salía Il Messaggero en castellano mientras que en la Bota se distribuía El País en italiano. En la distribución tuvimos suerte: Il Messaggero tenía dimensión exactamente el doble de El País, que se pudo embuchar perfectamente en mi diario.
Muchos escribimos en esa edición especial. Firmaban artículos los dos jefes de Gobierno, Felipe González y Bettino Craxi, que presidía el Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno. Escribían los titulares de Asuntos Exteriores, Fernando Morán y Giulio Andreotti, además de políticos, economistas, historiadores, sociólogos y personalidades de los dos países.
Aquí aprovecho para recordar el trabajo de meses, codo con codo, con dos grandes amigos y puntos firmes en el periodismo español: Jesús de la Serna y Julio Alonso. Y hoy recuerdo esa aventura pionera también porque sin la complicidad de personalidades como Giulio Andreotti España probablemente no hubiese sido todavía “europea”, ese enero de 1986.
 

sábado, 4 de mayo de 2013

(189) La mayor tragedia del fútbol. Un día como hoy murieron “Il Grande Torino” y la selección “Azzurra”
La maggior tragedia del calcio. Un giorno come oggi morirono il “Grande Torino” e la nazionale Azzurra.


Fue la mayor tragedia del fútbol, porque aniquiló al mismo tiempo a un equipo glorioso, el
“Grande Torino”
y a la selección nacional de un país: la “Azzurra” de Italia.

Ocurrió tal día como hoy, el 4 de mayo de 1949. A las 17:05, se estrelló un avión en la ladera de la colina de Superga, frente a la ciudad de Torino (Piemonte, Italia). En él volaba el equipo del Torino A.C., lo que significaba la casi totalidad de la “squadra azzurra” de aquel entonces. Jugadores, directivos y periodistas regresaban de Lisboa, donde el equipo piamontés se había encontrado con el Benfica.

En esa tragedia perdieron la vida 31 personas: 4 tripulantes y 27 pasajeros entre los cuales había 18 jugadores (Valerio Bacigalupo, Aldo Ballarin, Dino Ballarin, Emile Bongiorni, Eusebio Castigliano, Rubens Fadini, Guglielmo Gabetto, Ruggero Grava, Giuseppe Grezar, Ezio Loik, Virgilio Maroso, Danilo Martelli, Valentino Mazzola, Romeo Menti, Piero Operto, Franco Ossola, Mario Rigamonti, Giulio Schubert), tres entrenadores (Egri Erbstein, Leslie Levesley, Osvaldo Cortina), tres directivos (Arnaldo Agnisetta, Ippolito Civalleri, Andrea Bonaiuti) y tres periodistas (Renato Casalbore, Renato Tosatti, Luigi Cavallero). Los cuatro tripulantes eran Pierluigi Meroni, Celeste D’Inca, Cesare Biancardi y Antonio Pangrazi.

Ese día no pereció sólo el “Grande Torino”. Se fue la “Selezione Azzurra” porque de los 11 habituales en el equipo italiano, 10 eran jugadores del Torino.

El impacto que tuvo la tragedia en Italia fue muy fuerte. El Torino fue proclamado campeón del torneo y los rivales presentaron, cuando les correspondía enfrentarse al Torino, formaciones juveniles.  El día del funeral medio millón de personas fueron a la plaza principal de Torino para dar el último adiós a los campeones.

Una de las muchas veces que subí a Superga, como suelo hacer a menudo cuando estoy en mi Torino, quise hacer esta pieza, ya emitida en televisión, para recordar esa tragedia.

Disculpen algunas carencias, sobre todo en el audio, porque hoy, cuando quise conmemorar la efeméride, tenía a mano sólo una copia no definitiva de la versión que fue finalmente emitida.


* Tragedia de Superga
** Tragedia di Superga
*** Storia - Torino F.C. - La tragedia di Superga