Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

viernes, 22 de julio de 2011

(101) Pese a quien pese, hay Islam e Islam, como aquí hay tirios y troyanos
Nonostante tutto, c’è Islam e Islam, come qui ci sono gli uni e gli altri

Ya sé que este es un día horrible por los gravísimos y sangrientos atentados que han golpeado a la población de Noruega y de los que todavía no conocemos los autores, aun cuando la tentación de atribuirlos a grupos yihadista es fuerte. Pero creo que es justamente en estos momentos cuando no hay que perder la calma ni la perspectiva, haciéndoles así el juego a los fanáticos terroristas.
  Pues no busquen la noticia que traigo aquí en la prensa de esta España nuestra, algo talibana. Sí aparece en los medios de países en los que las barricadas son más bajas y las trincheras ideológicas menos hondas. Países y medios de cualquier latitud, cultura, etnia y lengua. Porque han entendido el gran significado que encierra un gesto y una decisión que podemos definir histórica.
  La noticia es que el Islam tiene su primera mezquita que tiende la mano al Cristianismo, es decir al referente religioso, histórico y cultural de esa parte del mundo con la cual algunos quieren sólo conflictos. El templo se ha inaugurado en Madaba, a puertas de la capital jordana, y se denomina “La mezquita de Jesús Cristo”, primera en el mundo musulmán. «El mundo árabe - explica el imam Jamal Al Sufrati – está lleno de mezquitas que llevan nombres de profetas, menos el de Jesús, aun siéndolo para el Islam. Esta mezquita nuestra quiere llevar un mensaje de convivencia y tolerancia».
  Nunca he creído mucho en operaciones etéreas como las llamadas alianzas de civilizaciones. Creo más en manos tendidas y mentes abiertas al diálogo y a la convivencia. Pues me alegro enormemente de este paso inédito y no me queda otra, a pesar de la sangre vertida hoy en Noruega, que exclamar al unísono: Aleluya e Inch’Allah!



So bene che questo è un giorno orribile per i gravissimi e sanguinosi attentati che hanno colpito la popolazione norvegese e di cui ancora non conosciamo gli autori, anche se la tentazione della matrice jihadista è stata forte fin dai primi attimi successivi. Credo, però, che sia proprio in questi momenti critici quando non si deve perdere la calma e la prospettiva, facendo così il gioco dei fanatici terroristi.
  Ebbene, non cercate la notizia che qui cito tra i giornali di questa nostra Spagna un po’ talebana. Compare, invece, sui media di paesi in cui le barricate sono più basse e le trincee ideologiche meno profonde. Paesi e media di qualsiasi latitudine, cultura etnia e lingua. Perché hanno capito il grande significato che contiene un gesto e una decisione che possiamo definire storica.
  La notizia è che l’Islam ha la sua prima moschea che tende la mano al Cristianesimo, vale a dire al referente religioso, storico e culturale di questa parte del mondo con cui alcuni solo vogliono avere conflitti. Il tempio è stato inaugurato a Madaba, alle porte della capitale giordana, e si denomina “La moschea di Gesù Cristo”, la prima nel mondo musulmano. «Il mondo arabo - spiega l’imam Jamal Al Sufrati – è pieno di moschee che portano nomi di profeti, meno quello di Gesù, che per l’Islam lo è. Questa nostra moschea vuole portare un messaggio di convivenza e tolleranza».
  Non ho mai creduto molto a operazioni eteree come le denominate alleanze di civiltà. Credo molto di più nelle mani protese e nelle menti aperte al dialogo e alla convivenza. È per questi motivi che mi rallegro enormemente per questo passo inedito e non mi resta, nonostante il sangue versato oggi in Norvegia, che esclamare all’unisono: Alleluya e Inch’Allah!

(100) Pese a quien pese, hay Islam e Islam, como aquí hay tirios y troyanos
Nonostante tutto, c’è Islam e Islam, come qui ci sono gli uni e gli altri

Ya sé que este es un día horrible por los gravísimos y sangrientos atentados que han golpeado a la población de Noruega. Pero creo que es justamente en estos momentos cuando no hay que perder la calma ni la perspectiva, haciéndoles así el juego a los fanáticos terroristas.
  Pues no busquen la noticia que traigo aquí en la prensa de esta España nuestra, algo talibana. Sí aparece en los medios de países en los que las barricadas son más bajas y las trincheras ideológicas menos hondas. Países y medios de cualquier latitud, cultura, etnia y lengua. Porque han entendido el gran significado que encierra un gesto y una decisión que podemos definir histórica.
  La noticia es que el Islam tiene su primera mezquita que tiende la mano al Cristianismo, es decir al referente religioso, histórico y cultural de esa parte del mundo con la cual algunos quieren sólo conflictos. El templo se ha inaugurado en Madaba, a puertas de la capital jordana, y se denomina “La mezquita de Jesús Cristo”, primera en el mundo musulmán. «El mundo árabe - explica el imam Jamal Al Sufrati – está lleno de mezquitas que llevan nombres de profetas, menos el de Jesús, aun siéndolo para el Islam. Esta mezquita nuestra quiere llevar un mensaje de convivencia y tolerancia».
  Nunca he creído mucho en operaciones etéreas como las llamadas alianzas de civilizaciones. Creo más en manos tendidas y mentes abiertas al diálogo y a la convivencia. Pues me alegro enormemente de este paso inédito y no me queda, entre la sangre vertida hoy en Noruega, que exclamar al unísono: Aleluya e Inch’Allah!



domingo, 17 de julio de 2011

(99) Los Murdoch de aquí dan lecciones a los Murdoch de allá. Por favor, no nos tomen por imbéciles
I Murdoch di qui danno lezioni ai Murdoch di laggiù. Per favore, non prendeteci per imbecilli

No voy a dedicar a esto más de las pocas líneas suficientes para que levantemos la cabeza un momento de las páginas de los periódicos, de las pantallas de la tele y, en ese caso el oído, de los receptores de radio. Sólo unas líneas para que en este blog quede constancia de que quien escribe no traga. Y no traga siendo periodista, es decir parte integrante – desde hace muchas décadas – de este indispensable engranaje que conforma la máquina que expone, escupe o vomita – de todo hay - la libre comunicación de los hechos y la expresión de las ideas.
  Llevamos días siguiendo la evolución de lo que ocurre en el imperio mediático de Rupert Murdoch. Excesos, cruces de intereses, basura, deontología profesional a tomar viento, de todo y más. Y las consecuencias las estamos viendo día tras día.
  Pero a mí lo que me llama poderosamente la atención – sin sorprenderme mucho, la verdad - es el afán moralista de los medios de aquí, y cuando digo aquí me refiero a España, Italia, Francia y más países del entorno. Todos con el látigo y el anatema contra el mal supremo, las ilegalidades y la deriva populachera – ¡basura! - de lo que el Sr. Murdoch ha puesto y sigue poniendo en los quioscos. ¡Hala! Leña al mono australiano por sus andanzas en tierras de Albión, que tenemos mucho que enseñarle sobre la recta vía del periodismo de calidad.
  Luego bajamos al quiosco de la esquina y ojeamos. Con mayor o menor elegancia (hipocresía, muy a menudo) cuando lo populachero, lo turbio o lo interesante e interesado producen resultados, ahí pocos, o casi nadie, renuncian a retozar. Y si es en lodo, pues en el mismísimo lodo. Claro, algunos lo hacen con más elegancia y vistiendo todo con las mejores galas. A eso, a menudo se le llama “prensa de calidad”.
  Anden ya, que somos mayorcitos… y algunos también periodistas, con ojos y oídos.
 

Non dedicherò a questo più delle poche righe sufficienti a farci distogliere un momento dalla pagina del giornale, dallo schermo della tv e dai ricevitori radio. Solo poche righe affinché questo blog possa dar fede che chi scrive non la manda giù. E non la manda giù pur essendo giornalista, vale a dire parte integrante – da diversi decenni – di questo indispensabile ingranaggio che configura la macchina che espone, sputa e vomita – c’è di tutto – la libera comunicazione dei fatti e l’espressione delle idee.
  Da giorni seguiamo l’evoluzione di quanto accade nell’impero dei media di Rupert Murdoch: eccessi, interessi incrociati, spazzatura, deontologia professionale a farsi benedire, di tutto e di più. Le conseguenze le stiamo vedendo giorno dietro giorno.
A me, però, ciò che mi colpisce – senza, per la verità stupirmi molto – è l’affanno moralista dei media di qui. E quando dico qui mi riferisco a Spagna, Italia, Francia e altri paesi dei dintorni. Tutti con lo scudiscio e l’anatema contro il male supremo, l’illegalità e le derive populiste – spazzatura! – di ciò che il signor Murdoch  ha collocato nelle edicole. Suvvia! Botte al magnate australiano per le sue malefatte in terra d’Albione; abbiamo molto da insegnargli sulla retta via del giornalismo di qualità.
  Poi scendiamo all’edicola dell’angolo e diamo un’occhiata. Con maggior o minore eleganza (ipocrisia, spesso) quando il popolare, il torbido o l’interessante e l’interessato producono benefici, lì be pochi, o nessuno, rinunciano a rotolare nel fango. Chiaro, alcuni lo fanno con maggiore eleganza e vestendo tutti con il miglior guardaroba. E questo spesso è definito “giornalismo di qualità”.
  Facciano il piacere… Siamo maggiorenni… e alcuni pure giornalisti, con occhi e orecchie.

martes, 12 de julio de 2011

(98) Prensa y poder: la ciega y cerril hipocresía de nuestra independencia
Stampa e potere: la cieca e ottusa ipocrisia della nostra indipendenza


Siempre, pero aún más en estos meses y días convulsos – en lo social, económico y político – convendría rescatar la parábola evangélica de la paja y de la viga en ojo ajeno. Y hacer memoria. Porque cualquier situación, cualquier gesto, cualquier circunstancia personal, unos la ven y se la endiñan sólo a ciertos personajes, otros exclusivamente a los del bando opuesto.
  No voy a hacer listados de ejemplos. Los hay en cantidades industriales, a granel y a medida. Para todos los colores y gustos. Sobre todo - ahí me detengo un momento por la evidente cercanía profesional - en la relación prensa-poder, partido-editor, político-director. La hipocresía y la ceguera, que a menudo son síntomas de sectarismo, de pertenencia cerril a un bando ideológico, tienden a perdonar y hasta olvidar que ese partido y ese líder han llegado y se han mantenido también gracias a una “sinergia” con medios de información y comunicación de masas.
  Pero si la cercanía, la afinidad o la complicidad son de alguien del bando opuesto, ¡hala!, que el infierno engulla a ese personaje en el poder, en la oposición o en la más cómoda posición de ex, ex de lo que sea.
  No estoy hablando de algo hipotético. Es crónica de ayer y realidad de hoy mismo. Todos, aquí, podemos poner nombres, apellidos, cabeceras, sintonías.
  Eso de enuclearse los ojos y seguir fielmente una pancarta y un camino sin mirarse alrededor es lo más parecido a la ceguera. Y al autoengaño. Un deporte, por cierto, más practicado que el jogging. Y no adelgaza, más bien engorda la estupidez y a los listos que la manipulan.
                               
Sempre, ma ancor più in questi mesi e giorni di convulsione – sociale, economica e politica – converrebbe recuperare la parabola evangelica della pagliuzza e della trave in altrui occhio. E fare memoria. Perché qualsiasi situazione, qualsiasi gesto, qualsiasi circostanza personale, alcuni la vedono e la appioppano solo a certi personaggi, altri esclusivamente a quelli dell’opposto lato della trincea.
  Non compilare una lista di esempi. Ci sono in quantità industriali, al dettaglio e su misura. Per tutti i colori e gusti. E soprattutto – mi ci soffermo un momento per l’evidente prossimità professionale – nella relazione stampa-potere, partito-editore, politico-direttore. L’ipocrisia e la cecità, che spesso sono sintomi di settarismo, di appartenenza ottusa a una parte ideologica, tendono a perdonare e persino dimenticare che quel partito e quel leader sono arrivati e si sono mantenuti anche grazie a una “sinergia” con mezzi d’informazione e comunicazione di massa.
  Se, però, la prossimità, l’affinità o la complicità sono di qualcuno del lato opposto della trincea, voilà, che l’inferno inghiotta quel personaggio al potere, all’opposizione o nella più comoda posizione di ex, ex di qualsiasi cosa.
  Non sto parlando di qualcosa d’ipotetico. È cronaca di ieri e realtà di oggi stesso. Tutti, qui, possiamo scrivere nomi, cognomi, testate, sigle di programmi.
  Enucleare gli occhi e seguire fedelmente una bandiera e un cammino senza guardarsi attorno è la cosa più simile alla cecità. E all’autoinganno. Uno sport, non c’è dubbio, più praticato dello jogging. E non fa dimagrire, anzi, ingrassa la stupidità e i furbastri che la manipolano.

lunes, 4 de julio de 2011

(97) Lo admito. Cuando quiero, sé transformarme en un auténtico cabronazo
Sí, lo ammetto, cuando voglio mi so trasformare in un gran figlio….

No tengan reparo. Díganlo que en algunos momentos soy un cabronazo. O que juego a serlo.  Soy el primero en reconocerlo y, lo admito, es una estrategia que suelo utilizar cuando en una confrontación de ideas, un debate, intento hacer ver a mi interlocutor sus contradicciones más evidentes. No para dejar con el trasero al aire (mis gatos me han enseñado que no hay que acorralar o arrinconar sin vía de escape); más bien para que una imagen, una situación, sea más elocuente que muchas teorías arriesgadas.
  Hace no menos de dos años, estuve charlando con una querida colega, una mujer inteligente, un cacho de pan como carácter, pero con alguna tendencia a pasar por revolucionaria o, cuanto menos, osada, en algunos de su planteamientos. Y en eso nos enzarzamos en el tema de la prostitución. Yo como defensor a ultranza de la dignidad de toda mujer (una mujer no tiene precio, un ser humano no se vende) y ella con ese “justificacionismo” de la libre elección (además de otras consideraciones, siempre dudosas) de que se trata de una “profesión como muchas otras". Hablabas, mi amiga y colega de profesión, comparando con un artesano, un profesional, un comerciante.
  La cosa acabó en tablas, es decir, cada uno con su propia posición sin posibilidad de conciliación.
  Hasta… hasta que, mucho tiempo después, una mañana, con la colega periodista nos cruzamos por ahí y quedamos hablando un rato. Se la veía en una explosión hormonal y de felicidad. Gozaba, y así lo decía, feliz de su primer embarazo, de esa convivencia estricta con la niña que estaba a dos meses y poco más de llegar a Madrid.
  Y allí, con la confianza que nos tenemos, hizo su presencia este cabronazo. A mi amiga le pasé la mano en la barriga, se la acaricié mirándola a los ojos (muy azules). Ella me sonrió, agradeció el gesto y me dijo donde era posible percibir algún movimiento, la clásica patadita.
  No pude contenerme. El cabronazo abrió la boca y, siempre acariciando y sonriendo, dijo: “Espero que vaya todo muy muy bien. Y de la niña ¿que quieres que te diga? Que le deseo un futuro feliz, que se realice como mujer… por ejemplo como una buena profesional de la prostitución….”.
  O….. – así se llama – me miró desconcertada, se le cortó la sonrisa que en ella es connatural. Luego se le encendió una bombilla, recobró la sonrisa, me acarició la barba y me dijo: “Pero ¿te lo creíste? Eso fue para picarte… una solemne gilipollez”.
  Pues eso.   este cabronazo se despidió, tan feliz, con un beso a la futura mamá.