Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

martes, 29 de enero de 2013

(175) Bienvenidas las moscas blancas. Aunque aparezcan esporádicamente y tengan vuelos cortos.
Benvenute le mosche bianche. Anche se compaiono sporadicamente e con voli corti.


En un país en el que no es muy frecuente leer, escuchar o ver a un periodista poco impregnado de ideología con anteojeras (esa que lleva a crítica visceral y en un solo sentido), tengo que admitir que hoy me he alegrado.

  No, no voy a dar nombres ni a indicar medios. Sencillamente digo que me alegro (con mucha prudencia) por haber leído a un visceral y unidireccional recalcitrante escribir algo en dirección “contra natura”, con datos a mansalva, tono sosegado y lenguaje didáctico.

  ¡Enhorabuena! Mejor dicho: ¡En buena hora!
Greenhouse Whitefly (Foto: Miroslav Deml)

  Decía, unas líneas más arriba, que lo tomo con mucha prudencia. Claro. El principio de precaución(1) ante algo insólito – o por lo menos de una frecuencia cercana a la aparición de las moscas blancas en un verano nigeriano – me lleva a ser precavido. Pero no me exime de tomar nota del acontecimiento.
  ¿El problema? Que pasará desapercibido, o casi, y que cundirá todo menos el ejemplo y el precedente.

  Lástima. Y sin embargo sigo creyendo que es posible la “honrada subjetividad” en esta maldita, importante y bella profesión que muchos se empeñan en prostituir por fanatismo, seguidismo servilismo y – ¿cómo no? – para que la verdad no estropee un buen titular y, de paso, asegure la barriga llena.
 

(1)  Precaución porque sólo el tiempo dirá a qué se debe el "acontecimiento".

sábado, 19 de enero de 2013

(174) Ante el “escándalo“ por la corrupción difusa, hagamos memoria
Di fronte allo "scandalo" per la corruzione diffusa, facciamo memoria


(¿Vienen de Marte los corruptos?)
 Cuando me salté una cola larga y aburrida,
y llegué primero, lo encontré normal,
porque “todos lo hacen”.
 Cuando, gracias a un enchufe,
mi expediente fue colocado encima de otros diez,
me sentí afortunado y me consideré muy listo.
 Cuando el electricista me hizo ahorrar el IVA,
pagando “brevi manu” y sin papeles,
me alegré por ese dinerillo que siempre viene bien.
 Cuando me hice la piscina en la finca del pueblo,
sin pedir licencia y oculta entre árboles,
gocé del frescor de esos chapuzones.
 Cuando me di un golpe con el coche y lo reparé gratis,
gracias al falso accidente denunciado por mi cuñado,
sentí alivio en el bolsillo y orgullo por salirme con la mía.
 Cuando…
 Cuando…
 Cuando…
 Cuando me entero de esta sucesión sin fin
de corrupciones en todos los ámbitos,
me escandalizo, me cabreo, clamo al cielo y pido justicia.
 ¿Cómo es posible tanta impunidad?



Ya... Ya... Es evidente que me inspiré en un texto muy conocido.





No quiero dejar escapar la ocasión para hacer justicia ante algo que se ha perpetuado y sigue repitiéndose mayoritariamente en España y en Hispanoamérica. El poema, errónea o calculadamente atribuido a Bertold Brecht, fue escrito y pronunciado por primera vez en el sermón que el pastor Martin Niemöller pronunció en la Semana Santa de 1946 en Kaiserlautern (Alemania).
Titulado “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”, Niemöller lo escribió con referencia a la escandalosa apatía del pueblo alemán ante la crueldad nazi. El mismo pastor lo repitió en muchas ocasiones, pero no siempre literalmente. A darle forma y versión definitiva y oficial fue al final su viuda, con el texto que pueden leer aquí.
Entre los que originaron la falsa atribución – que creció con la contestación des ’68 porque Brecht era muy querido por la izquierda europea – hubo una actriz argentina, Cipe Lincovsky. Muy amiga de la viuda del dramaturgo y fan de Brecht, Lincovsky difundió la versión de la autoría brechtiana hasta llegar a ponerle fecha. Según ella, Brecht escribió el poema en 1933 tras el triunfo electoral de Adolf Hitler.

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POST SCRIPTUM - SI alguien interpreta esto como una justificación de mucho de lo que ocurre, pues se equivoca. Explicar y mirarse al espejo no es justificar. Pero sí se trata de justificar cuando se consideran nimias nuestras pequeñas "corrupciones" e “irregularidades” cotidianas. Las que permean los hábitos de una sociedad que hasta esta crisis ha sido más bien transigente. Como atestiguan hemerotecas, videotecas y la memoria de quienes llevamos unos cuantos años observando.