Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

martes, 25 de septiembre de 2012

(157) Gracias, Don José Arcas. Ud. bien sabe que no se trata de ser héroes. “Sólo” de ser seres humanos. Muy humanos.
Grazie, Signor José Arcas. Lei ben sa che non si tratta di essere eroi. “Solo” di essere esseri umani. Molto umani.

Quien me conoce o tiene referencias de mi larga trayectoria en la vida y en la profesión, sabe muy bien cuánto, a lo largo de décadas de frecuentación, he llegado a querer a esas gentes, a esas latitudes y a sus landas urbanas, rurales y desérticas.
  Pero hoy, perplejo ante la pasividad y la connivencia de algunos, quiero expresar mi admiración hacia un hombre que ha hecho honor a sus instintos más nobles: salir, sin pensar en posibles riesgos, para ofrecer su apoyo y amparo a la más débil en el momento más necesario.
  No conozco a José Arcas y me gustaría conocerle. Para cruzarme con su mirada, sin duda la de alguien que responde a impulsos con cerebro y con mucho corazón.
  Me gustaría conocerle, y no lo excluyo, para estrecharle la mano, sin duda fuerte, y quedarme con la sensación de un apretón que merece la pena recordar.
  Gracias, Don José Arcas. Me ha alegrado Ud. el día y me ha confirmado que siempre merece la pena.


Léalo en El Mundo

jueves, 20 de septiembre de 2012

(156) La mejor ciudad para suicidarse… y otra (real y virtual) para odiar a destajo…
La miglior città per suicidarsi… e un’altra (reale e virtuale) per odiare a cottimo…
























En los ’80, en un artículo en las páginas de Cultura (y por tanto con ciertas licencias literarias y concesión de “imágenes”) a propósito de la decadencia, de la “saudade” y del aspecto de esa Lisboa, escribí en mi periódico que la capital portuguesa podía ser “la ciudad ideal para suicidarse”.
  Era evidentemente una imagen, lejos de mí la incitación a quitarse la vida o la voluntad de desprestigiar una ciudad que he vivido mucho y de la cual he contado sus avatares a partir de la Revolução dos Cravos.
  Pero ese artículo no pasó desapercibido y, además de algunos amigos portugueses, se me enojó incluso el entonces embajador lusitano en una capital europea.
  Con el recuerdo de esa imagen y de ese artículo, ahora, con la observación cotidiana y viviendo cada minuto de esta misma sociedad, casi podría atreverme – siempre con alguna “imagen” – a escribir una larga pieza sobre Madrid.
  Y correría el riesgo de que se me escapara alguna afirmación como: “Hay pocos lugares, como Madrid (o sus redes sociales), en los que se perciba un mejor caldo de cultivo para el odio, el odio visceral que no deja espacio para acercarse con respeto a las razones del otro”.
  Pero sería una percepción incompleta, porque la observación de cada día, acentuada en los últimos años, me llevaría a salir de la capital y dar un amplio garbeo constatando más de lo mismo. Con todas su excepciones, claro.
  No creo que lo escribiré. ¿Para qué echarle más gasolina al fuego de los incendiarios militantes de un odio que se guarda en las tripas y se ostenta como oro en paño?


martes, 18 de septiembre de 2012

(155) Sigo creyendo que Victor Hugo anduvo observando y escuchando. Hacia el sur…
Continuo a credere che Victor Hugo camminasse osservando e ascoltando. Verso il sud…




¿Para qué alargarse, cuando se puede expresar con pocas frases y por la vía de la paradoja?

 Como lo pienso – a través de una larga constatación, empírica pero de una evidencia accesible a cualquiera que no esté cegado por sus propias filias, fobias frustraciones, miserias, odios, rabias, rabietas y fantasmas – pues así lo digo.

  Ya sé que la Historia y la Historia de la Literatura indican bien otra dirección, tiempo y lugares. Pero yo me resisto. Más bien, no creo muy verosímil la aparente evidencia.

  Y así – digan lo que digan, escriban lo que escriban, se estudie lo que se estudie – sigo sospechando que para concebir y escribir "Les Misérables", Victor Hugo no se inspiró en su propio país.

  Fue algo más al sur. Y fue a través del macrocosmo “virtual” de Internet. Con sus mejores observaciones en un barrio llamado Twitter.

  Naturalmente, salvando muchas honrosas, honradas y honestas excepciones. Que las hay, porque no todo el monte es orégano. También hay claros. Afortunadamente.

viernes, 7 de septiembre de 2012

(154) ¡Y que estén bien puestos!
E che siano ben collocati

 
Ya sé que es fácil decir las cosas a toro pasado. Pero les aseguro que hace no mucho tiempo escuché unos comentarios. Vamos, que no me sorprende. Lo veía venir.
   Llevo demasiados años en la “Piel de toro”como para no poder ignorar que los atributos que conciernen esta noticia son una de las carencias a las que más a menudo se hace referencia.
   ¿Tiene que ver la crisis, el periodo de bajón? A lo mejor, no. Pero eso de “piensa mal y acertarás” se me insinúa entre sinapsis y neuronas… Sin ánimo de polemizar.


So bene che è facile dire le cose quando sono evidenti. Vi assicuro, però, che non molto tempo fa ho ascoltato alcuni commenti. Me l’aspettavo.
   Risiedo nella “Pelle di toro” da troppo tempo, sufficiente per non ignorare che gli attributi cui fanno riferimento queste notizie sono tra le carenze più frequentemente citate.
  Ha a che fare con la crisi, con questo periodo di depressione? Forse no.
  Mi si consenta, però, di afferrarmi a quel “pensa male e non sbaglierai” che mi s’insinua tra sinapsi e neuroni… Senz’animo di polemiche.